Hemos empezado ya la temporada de comidas navideñas. Esta semana, ya las primeras cenas de celebración, aprovechando las particularidades que nos brinda la «semana de puente de diciembre». Está bien poder compartir un rato con colegas de trabajo, o con amigos a los que ves poco, y reír contando anécdotas o rememorando historias de hace siglos…
Hablando con una amiga mía, comentaba lo callada y tranquila que era yo en nuestra etapa infantil y decía que me recordaba siempre leyendo, concentrada en mis libros… Me hizo gracia porque es verdad, mis ratos de relax eran para dedicarlos a la lectura, en cada etapa de mi vida me ha acompañado un tipo determinado de libros, empecé bastante pronto, porque en mi casa veía siempre a mis padres leyendo algún libro, y para mí era un modo natural de pasar el tiempo libre.

La verdad, nunca fui de ver la tele o de salir mucho, y me sentía a gusto en casa sentada tranquilamente leyendo un libro. Y creo que en eso no he cambiado mucho.

Me gusta salir con amig@s, lo paso muy bien en las cenas como las de esta semana, me encanta ir de concierto… pero reconozco que también necesito mis ratos de tranquilidad, mi tiempo conmigo y que disfruto de mis momentos de relax. Tengo un punto de introvertida clarísimo.

LA OPCIÓN CORRECTA

Hace unos años, era algo que me preocupaba, porque parece que el mundo es de los extrovertidos, de todas esas personas simpáticas, comunicativas, protagonistas en todas las fiestas y que se convierten en el alma de cualquier reunión… y temía que ese punto de introversión mío afectara en mi trabajo. En un entorno que parece empujar a todo el mundo a ser sociable y extrovertido como «la opción correcta», me parecía complicado ser introvertida.
Así fue como empecé a interesarme por Susan Cain, la gran experta internacional en introversión y autora del libro «Quiet. The Power of Introverts». ¿Cómo saber si eres introvertid@?

Prefieres los grupos pequeños o tomar una copa de vino con un amigo cercano en vez de ir a una fiesta llena de extraños…

Te agobia el ruido…

Disfrutas la soledad…


Pues todo eso no es nada raro. ¿Por qué hacemos sentir tan culpables a los introvertidos? Es la pregunta que se hace Cain. Ser una persona introvertida es algo más común de lo que piensas. Las personas introvertidas no son personas que rechacen el contacto con otras personas, no se trata de eso. La diferencia está en que las personas introvertidas obtienen su energía de su mundo interior y que necesitan una cierta paz.

El poder de los introvertidos

Una de las TED más vistas es precisamente la TED de Susan Cain: «El poder de los introvertidos».

Al escucharla, su historia me resultó muy familiar y su relato fue balsámico para mí y mi complejo por ser introvertida.

INTROVERSIÓN

TIMIDEZ

La introversión es distinta a la timidez –la timidez tiene relación con el miedo al juicio social, mientras que la introversión está relacionada con el modo en que respondes a la estimulación social–. Así, mientras los extrovertidos ansían la estimulación, los introvertidos se sienten mejor, más activos, cuando están en ambientes tranquilos.

Por tanto, la clave para maximizar nuestro talento está en situar a cada persona en la zona en la que se siente más cómod@. Cain expone como algunos de los más conocidos líderes transformacionales en la historia han sido introvertidos. Y es que todos estamos situados en algún punto entre la introversión y la extroversión, no existen solo dos posiciones extremas.
Te recomiendo esta TED si crees que eres introvertid@, porque seguro que te identificarás con muchas cosas de las que cuenta.

Se puede tener éxito siendo introvertid@

Esta frase la leí hace unos días en un libro, y me atrapó al instante.

«Solemos pensar que los líderes son extrovertidos, sociables, energéticos e impactantes, pero no siempre es así».

Si alguien sabe de liderazgo es, sin duda, Juan Carlos Cubeiro y es curioso que aborde el tema de la introversión en su nuevo libro: «Liderazgo Zidanne», en el que desarrolla un análisis interesantísimo sobre qué resulta imprescindible para ejercer un verdadero liderazgo de personas. En él, desgrana las claves del éxito de Zidane en un vestuario lleno de «millenials» –jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 pertenecientes a una generación digital y superconectada– a los que consiguió llevar al éxito gracias a su estilo para dirigir a una plantilla
Los líderes pueden ser introvertidos, y la historia lo demuestra. Juan Carlos Cubeiro cita a Sylvia Löhken, que ha analizado el éxito de los introvertidos. Lo que diferencia a extravertidos e introvertidos es «¿de dónde procede la energía?». Las personas introvertidas toman la energía de fuera y la llevan hacia dentro; por eso, son reservadas y se protegen. Necesitan paz y tranquilidad, y por ello suelen ser menos visibles. No extraen la energía de la interacción social; por el contrario, la interacción social les resta energía. Por ello, necesitan desconectar.

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Fortalezas de los introvertidos

Sin embargo, los introvertidos tienen un tesoro oculto: sus diez fortalezas principales. Son las siguientes:

1

Prudencia

El intercambio de opiniones es una muestra de respeto.

2

Sustancia

Comunican con un elemento de profundidad.

3

Concentración

Crecen a base de concentrarse.

4

Saber escuchar

No practican el monólogo cansino, sino el diálogo verdadero.

5

Calma

Tanto interior como exterior.

6

Pensamiento analítico

Son capaces de aislarse del ruido externo.

7

Independencia

Independencia de criterio.

8

Perseverancia

Siguen y siguen en pos de un objetivo.

9

Escribir en vez de hablar

Son gente de pocas palabras.

10

Empatía

Empatía: Conectan.

Tienen también la otra cara de la moneda. Los posibles obstáculos de los introvertidos son el miedo, la excesiva atención al detalle, el exceso de estimulación, la pasividad, la evasión, ser excesivamente cerebrales, el autoengaño, la fijación, evitar el contacto y evitar el conflicto.
Juan Carlos Cubeiro nos cuenta en su blog  juancarloscubeiro.com (imprescindible seguirlo) que para gestionar bien la diversidad, se necesitan equipos con introvertidos –abejas, cisnes y búhos, según la terminología del Diversigrama–, extravertidos –toros, bueyes y mariposas– y equivertidos –delfines, leonas y gacelas–. Cuanta mayor diversidad, mayor riqueza.
Es cuestión, por tanto, de que cada persona ponga en valor sus fortalezas, porque la diversidad genera los mejores resultados. Es necesario conocerse a un@ mism@.

Gracias, Juan Carlos, por recordarnos el poder de los introvertidos

No hace falta que cambies…

Será cuestión de tomar en consideración lo que nos muestran los expertos.

No hace falta que cambies.

No dejes de ser tú mism@.

Puedes ser más extrovertid@, seguro… pero, ¿es necesario?

La clave, es ser tú mism@.

La introversión no es un defecto, es un rasgo de personalidad.

Ser introvertido es tan válido como ser extrovertido, no todo el mundo tiene que ser igual… y, como en todo, la diversidad suma.

Si eres diferente…

no cambies nunca

Don’t Be So Shy

Don’t be so shy

you’re alright…

Artículo publicado en INED21