A veces, las personas nos encontramos en el lugar equivocado. Por circunstancias, por decisiones tomadas anteriormente, por trabajo, por estudios, por azar o porque hay motivos lo suficientemente poderosos para anclarte a un contexto que no es el tuyo. No es que lo sientas, es que lo sabes: no es tu sitio.

Y, sin embargo, no puedes irte.

Vivir fuera de tu contexto es duro.

Quien lo ha experimentado, lo sabe.

Es en estas circunstancias cuando empiezas a notar el verdadero significado de la palabra distancia.
 

LA DISTANCIA

La distancia es echar de menos estar donde te sientes tú. Es extrañar a esas personas que están lejos. Es extrañar esos detalles que te hacen ser auténticamente tú. Es desear besos que no pueden ser. Es llorar cuando notas la soledad, aunque estés rodeada de gente. Es acordarte de otra persona al escuchar una canción o al oler una fragancia. Es sentir lo que es la felicidad cuando vas hacia allí… hacia donde tú quieres estar. Es descubrir que las despedidas se convierten en el sabor más amargo que conoces…
La distancia es tener días en los que deseas teletransportarte a tu mundo natural. Y empezar a interesarte por la física cuántica cada día más…
 

FÍSICA CUÁNTICA

No es magia. La física cuántica es algo real, pero de la cual desconocemos muchísimo. En los próximos años, nos vamos a familiarizar mucho más con este ámbito, que está avanzando a pasos gigantescos.
La física cuántica es la encargada de ofrecer una descripción fundamental de la naturaleza a escalas espaciales pequeñas. Surgió en los inicios del siglo XX, dentro de las tradiciones más profundas de la física, para dar una solución a problemas para los que las teorías conocidas hasta el momento habían agotado su capacidad de explicar. La primera propuesta de un principio propiamente cuántico se debe a Max Plancken 1900, para resolver el problema de la radiación de cuerpo negro, y su planteamiento fue duramente atacado en ese momento. Sin embargo, unos años después, Albert Einstein le da veracidad con su trabajo.
La mecánica cuántica proporciona el fundamento de la fenomenología del átomo, de su núcleo y de las partículas elementales. Supone un avance en conocer el mundo a pequeña escala.
Los físicos dividieron el mundo, al principio, entre materia y pensamiento. Descartes introdujo el modelo mecanicista, y se instauró el pensamiento de que el mundo se rige por leyes previsiblesNewton  presentó el modelo cartesiano, en el cual se considera que todo es sólido.  Sin embargo, Einsteinintroduce una nueva dimensión, señala que el universo se mueve y que energía y materia están ligadas. En nuestro mundo, existen partículas –materia–, pero también existen ondas –energía–.
A partir de ahí, la física cuántica entra en escena. El modelo cuántico revela que los átomos no están hechos de materia, sino de energía. Un planteamiento absolutamente nuevo, fuera de las teorías físicas anteriores.
Y así aparece el enigma de las partículas subatómicas. Los objetos de mayor tamaño no están sujetos a las mismas leyes que las partículas subatómicas. Este planteamiento altera por completo la imagen del mundo que teníamos, y pasa a introducir la variable energía en la física. Y ahí estamos al inicio de una nueva rama de la física.
Fascinante.
 
Al interesarme por la física cuántica, un amigo me recomendó leer «Deja de ser tú» de Joe Dispenza. Debo decir que es un libro fascinante, que me enganchó desde el inicio.
El concepto sobre el cual Dispenza fundamenta su método para cambiar es justamente el de física cuántica, y nos hace reflexionar sobre las implicaciones que tiene en nuestra vida:

«En el campo cuántico, estamos conectados a todo. Todo lo que existe en el universo está conectado a un mar de información que se encuentra en una dimensión más allá del tiempo y del espacio. En el campo cuántico no necesitamos estar en contacto con ningún elemento físico, ni siquiera cerca de él, para afectarlo o para que nos afecte. El cuerpo físico se compone de patrones energéticos organizados, o de información que forman una unidad con todo cuanto existe en el campo cuántico.
Es otra forma de ver la interconexión entre los seres humanos y el campo cuántico, por medio del concepto del “entramado cuántico” o la “conexión no local cuántica”: básicamente, cuando dos partículas se vinculan de algún modo, siempre estarán unidas más allá del espacio y del tiempo. Lo que le suceda a una partícula, afectará a la otra, aunque estén separadas en el espacio. Y como los seres humanos también estamos hechos de partículas, estamos implícitamente conectados más allá del espacio y del tiempo.
Piensa en las implicaciones de este concepto».

 
La distancia es echar de menos estar donde te sientes tú.

Dispenza aboga por la tesis de que «todo se reduce a campos de energía, de modo que nuestro pensamiento altera constantemente nuestra realidad. Es posible cambiar circunstancias de la realidad si sabemos cómo». Porque cada vez que aprendemos algo establecemos nuevas conexiones que cambian físicamente nuestro cerebro.
Imposible resumir las 350 páginas de este libro, repleto de conceptos con una profundidad asombrosa –aunque me comprometo a seguir escribiendo sobre ello si el post de hoy genera interés, porque queda mucho sobre lo que reflexionar–.
Para los que sufrimos la distancia, resulta estimulante pensar que la distancia física es solo una cara del prisma, que debemos completar con otras dimensiones, como la de la energía.

LA DISTANCIA SEPARA CUERPOS…

Dichosa distancia, que hace que me sienta a demasiados km de ti…
que me hace pensar en la física cuántica, y es que

la distancia separa cuerpos, 

pero no corazones… 

La física cuántica nos abre las puertas a la esperanza de que podremos gestionar la distancia un poquito mejor, será cuestión de aprender más sobre el concepto de energía.
A todos los que estáis lejos, sintiendo la distancia… es cuestión de continuar siendo valientes.  Nada es eterno.
Vamos a descubrir muchos conceptos nuevos en los próximos años que nos permitirán entender lo que hoy no entendemos y reducir –de algún modo- distancias, estoy convencida.

Y en la distancia, va y me llega esta canción por whatsapp…

–y se convierte en la culpable de haber escrito este post–.

Cuando uno tiene sed

pero el agua no está cerca,

cuando uno quiere beber

pero el agua no está cerca…

¿qué hacer…?

 
Artículo publicado en INED21