La felicidad no es un regalo, es una conquista
Mucha gente espera toda la semana para que sea viernes,
todo el año para vacaciones
y toda la vida para ser feliz.
Este es el concepto que tienen muchas personas de la felicidad… algo que llega en determinados momentos.
Y esta soy yo en una foto en L’Illa Diagonal, comprando algunos regalos de Navidad.
En unas fechas en las que deseamos felicidad a las personas que nos rodean, está claro que la felicidad es algo que no les podremos regalar. Por mucho que queramos. Porque la felicidad no es un regalo que te trae alguien o que llega a ti… la felicidad es algo que surge de tu interior.
Así que, esta Navidad he pensado en regalarte un fragmento de mi libro “¡Vamos!”, que trata justamente sobre la felicidad, para recordarte que tienes en tus manos algo muy importante: la capacidad de elegir.
Elige ser feliz
Extracto del capítulo 10 de mi libro ¡Vamos!
La elección en nuestra vida es fundamental, debemos ser conscientes de ello y actuar coherentemente. Nos resulta muy difícil tomar decisiones, mucho más de lo que solemos admitir. Sin embargo, siempre podemos elegir.
De las elecciones que tomemos va a depender una parte importante de nuestro bienestar: las investigaciones psicológicas demuestran que un 40 % de la felicidad depende de las decisiones que tomamos. La felicidad no se busca, sino que se construye conscientemente.
Así nos lo muestra Sonja Lyubomirsky: un 50% del nivel de felicidad en una persona está determinado genéticamente -o por lo experimentado en los primeros años de vida-, un 10% lo determina la situación y circunstancias de la vida y el restante 40% es voluntario.
La vida no es fácil. Hay momentos difíciles. Momentos en los que sentimos una presión enorme e intensa, que parece ser capaz de acabar con nuestra energía y con nuestra motivación, y nos podemos llegar a sentir incapacitados para tomar decisiones o buscar soluciones.
Sin embargo, la salida a este tipo de situaciones depende de uno mismo: optar por el camino del sufrimiento u optar por el camino alternativo. Para sacar el máximo partido a la vida, debemos optar por ELEGIR .
Interiorizar la idea de que existen más posibilidades de las que podemos ver de entrada, hacer un esfuerzo por encontrarlas, pedir ayuda si es necesario, decidir cuál es la mejor opción e ir a por ella.
Con nuestra elección creamos nuestra realidad
Tal Ben Shahar es un prestigioso profesor formado en Harvard que se ha convertido en un referente en felicidad y explica la importancia de la elección en su libro «Elige la vida que quieres. 101 claves para no amargarse y ser feliz», en el cual plantea una serie de claves ante las cuales podemos elegir. De todas las claves del libro, te propongo estas:
Puedes limitarte a vivir la vida u optar por elegir. A menudo, la escapatoria al estrés es dejarte llevar, sin pensar. Con esta actitud, te dejas arrastrar por las elecciones de los demás y estás renunciando a tu derecho a elegir.
Puedes reproducir obsesivamente un escenario o pensar y actuar para salir de él. A menudo, la cavilación y dar vueltas a un problema forma parte del propio problema y el mejor modo de salir de él es decidir qué medidas puedes tomar para alcanzar tus objetivos.
Puedes elegir ver tu trabajo como una condena o como un «empleo» de tu talento que te permite aportar a los demás, crecer y sentirte bien. No importa en qué trabajes, la perspectiva sobre tu trabajo la pones tú.
Ante las dificultades, puedes aprender las lecciones: ser más consciente de las propias limitaciones, desarrollar más empatía, tener más paciencia o desarrollar resiliencia. Una dificultad o un problema siempre trae tras de sí una lección.
Ir a por todas o concentrarte en lo realmente importante. A veces, dispersamos en vez de concentrarnos en lo que de verdad importa. La forma de conseguir plenitud emocional y felicidad es identificar qué es lo más importante para ti y concentrarte en ello, independientemente de lo que de lo que tu entorno te diga.
Ser pesimista u optimista. Ya sabes: activa el optimismo. El optimismo no es un sentimiento, sino un modo de actuar. Y ser optimista no es ser ingenuo. El optimismo no consiste en cerrar los ojos ante los problemas, sino que consiste en mantener una actitud consciente y voluntariamente positiva y constructiva.
Vivir en el pasado o en el futuro, o vivir en el presente. Adoptar la decisión de no dejarte esclavizar por el pasado o por el futuro y vivir plenamente lo que el presente te está ofreciendo.
Puedes pasar por alto los tesoros de la vida o prestarles atención. Lo he escrito muchas veces, la felicidad no está en las grandes cosas que sólo pasan una vez en la vida, sino que está en las pequeñas cosas que suceden todos los días, aunque no las veamos y no las valoremos hasta que no las podemos tener. Debemos recordar con más frecuencia cuáles son los verdaderos tesoros y celebrarlos.
La felicidad es una conquista
La opción de decidir ser feliz no es una visión ingenua o simple de que sólo con querer algo se consigue, es evidente que no es así.
Pero debes ser consciente de quién es la persona que tiene más poder en tu vida.
Lo escribió Viktor Frankl:
¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te daña? ¿Quién te roba la felicidad? ¿Quién controla tu vida?…
Podrías hacer una lista de sospechosos o culpables.
Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú se lo permitas.
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno.
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella… eres tú quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.
«Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino.
Se trata de ser consciente de tu poder para decidir hacia dónde ir, para diseñar cuál debe ser tu plan de ruta y para poner tu compromiso en cumplirlo.
El destino no hace visitas a domicilio
hay que ir a por él
Ruiz Zafón
La felicidad no llega, debes ir en su búsqueda.
Tú decides y debes tener claro que puedes elegir ser feliz.
Si quieres ser feliz… sonríe
y empieza a trabajar para conseguirlo.
No esperes a que te regalen felicidad
porque la felicidad no es un regalo…
es una conquista,
a pesar de lo duras que puedan ser las circunstancias.
¡Feliz Navidad !
Muchas gracias por leerme, por compartir y por sentir conmigo… te deseo lo mejor en un día tan especial.
All I want for Christmas
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